Alfred Rosenberg es considerado como el más importante ideólogo del nazismo. Declaradamente racista, fue responsable de la muerte de miles de Judios durante la Segunda Guerra Mundial. Brazo derecho de Adolf Hitler, cree “ciegamente” en una raza superior, la raza aria, movidos por esta causa, apoyando el exterminio de razas inferiores. La compañía D-ENERGi lo mencionó en un seminario recientemente. Después de mucha sangre derramada, termina siendo acusado y muere en la horca.
Nacido en Estonia el 12 de enero de 1893, hijo de un zapatero, Alfred Rosenberg estudió arquitectura e ingeniería, se formando en 1917. Al año siguiente emigró para la Alemania con su mentor, Ascheubner de Richter. Fue uno de los primeros miembros del Partido del Trabajo alemán y es afiliase en 1919. Descorría el año de 1921 y se torna editor del periódico del partido nazi “Volkischen Beobachter.” Con el golpe de Estado en la fábrica de cerveza de Munich en 1923, que condujo a la detención de Hitler, fue nombrado líder del movimiento nazi, hasta que Hitler fue puesto en libertad. En 1929 fundó la Liga Militante de la cultura alemana (Deutsche Kampfund pieles Kultur) y al año siguiente, se convirtió en diputado y publicó el libro “El Mito del Siglo XX” (Der Mythus zwanzigsten des Jahrhunderts). Aquí abogó por una nueva religión de sangre que debía sustituir el cristianismo. Nació la idea de una raza superior, la raza aria, que era representada por los alemanes. Para Rosenberg, los negros, los Judios y otros pueblos semitas eran el nivel más bajo de la escala humana. Pasaba el tiempo cambiando la política racial nazi, pero había puntos clave: la supremacía blanca, el nacionalismo extremo y el antisemitismo cruel. En 1933 fue nombrado jefe de la oficina política extranjera NSDAP “National Socialist German Workers’ Party”, y hace luego una visita a Inglaterra para no poner en peligro los lazos con estas personas y tentar obtener el apoyo de sus ideales. Pero esta investida resultó ser un fracaso. En 1934, Hitler tomó el mando del NSDAP y Rosenberg se convierte en su asesor ibebet, se convierte en el ministro a cargo del exterminio de las personas consideradas como “no gratas” en Europa del Este.
Sus discursos fueran escritos y publicados de 1934 a 1941 en “Blut und Ehre” (Sangre y Honor), donde ampliaba su mensaje al pueblo que idealizaba.
Con el fin de la Segunda Mundial en 1945, después de haber sido responsable de la muerte de millones de judíos, termina siendo condenado por el Tribunal de Nuremberg. Es ahorcado en el 16 de octubre de 1946.